domingo, 3 de noviembre de 2013

HIDROTERAPIA: AGUA FRÍA CONSERVA Y RESTABLECE LA SALUD


BLOG NATURAL

Por Daniel Guzmán


Toda técnica o forma de aplicar la hidroterapia, se basa en el mismo principio: La reacción de  calor que genera el cuerpo contra el frío del agua, este último no es el que da la salud, sino que el agente curativo es la misma naturaleza que actúa ante el estimulo que desencadena el mecanismo que  da la curación, “eliminando” los residuos tóxicos por medio del calor, ósea activando el cambio orgánico.

 Debidamente aplicada sobre la piel, el agua fría nos normaliza porque despierta la actividad funcional del organismo; mediante una reacción térmica que provoca la expulsión a la superficie de cualquier congestión del interior de nuestras entrañas, como la fiebre gastrointestinal, de la cual hemos hablado bastante en entradas anteriores. Favoreciendo la expulsión de las impurezas de la sangre por los poros. Comparando con otros métodos un poco más tediosos, podemos decir que la reacción que generamos con el agua fría equivale al efecto de una ventosa que saca la congestión e impureza interna al exterior.

Ahora, como dijimos en la entrada anterior, para mejorar resultados, debemos agregar otras terapias o acciones como realizar respiraciones profundas  después de una sección de hidroterapia para favorecer el cambio orgánico.

Algo que debemos aclarar es que la hidroterapia, hay  que  conocerla bien o asistirse por una persona especialista en el tema, debido a que muchos cometen el error de realizar un baño frío de inmersión total y violento, esto es peligroso pues en vez de ayudar genera una congestión mayor de los órganos internos, especialmente en los pulmones y el corazón. Para evitar estos inconvenientes, como regla general, toda aplicación de agua fría debe hacerse por líneas y rápidamente, mojando el cuerpo por los pies en primer lugar, para ir ascendiendo hasta el  cuello sin tocar la cabeza que se deja libre (esto último es cuando estamos empezando, cuando ya hay mejoría podemos incluirla también). El baño debe ser corto, buscando en seguida la reacción de calor con abrigo o ejercicio físico sin llegar a sudar, pues esto anularía  el buen efecto de la reacción que deseamos.

Mientras mayor calor acumule el cuerpo y más fría sea el agua, la reacción será más enérgica y duradera, lo que  equivale a decir que los beneficios obtenidos serán superiores.

 Cuando hablamos de agua fría, no piense que la sacara del refrigerador para aplicar… no… eso no es correcto… el agua fría debe ser por acción natural, es decir dejar esta serenando toda la noche, de un pozo o almacenada en un cántaro de barro. En ocasiones, si en el lugar donde vivimos está asediado por mucho calor, podemos agregar un par de cubos de hielo, nada más.

Resumiendo: El cuerpo debe estar con el mayor calor posible, mejor sudando, El agua
debe estar lo más fría  que se pueda, la aplicación debe ser breve, de uno a cinco minutos máximo.
Para el caso de señoras o señoritas en su periodo de menstruación se abstendrán de estos baños para no perturbar ese proceso natural de purificación. El agua tibia o caliente no produce reacciones favorables, mientras que el agua fría activa el calor de la piel.

Las aplicaciones de agua fría no limitan sus efectos a las funciones de la piel, sino que repercuten profundamente por la reacción nerviosa que despiertan en todo el cuerpo. La “impresión” del frío sobre las terminaciones nerviosas de la piel produce una verdadera descarga eléctrica en todo el organismo que se multiplica y acelera las funciones vitales y  por esa vía, el cambio orgánico.

El poder estimulante de la hidroterapia es increíble, recuerdo mis días de hipertensión, fueron días tortuosos para mi, a pesar que al consumir los medicamentos químicos me mantenían bien de salud… sabia que al seguirlos usando, después de una década… me iba  a empezar a fallar los riñones, el hígado, etc.… soñaba cosas horribles, tenía un sueño intranquilo, muchas veces reflexionaba que quizás no moriría de hipertensión sino de fallo renal u otra  cosa… así que, bajo la idea de la pastilla milagrosa… intente pasarme de los medicamentos tradicionales a los naturales para controlar la hipertensión… me asesore con varios naturópatas, que no aportaron nada bueno… púes me fue peor… tuve otra crisis hipertensiva que me obligo a estar guardado en el “talleron” (hospital) por dos semanas, al salir y volver a tomar mis medicinas químicas… me sentí relativamente bien de salud, pero además estaba confundido y traicionado…

Cuando estaba en proceso de recuperación en mi hogar, sentí la necesidad de tomar acciones concretas para salir de mi enfermedad, así que busque ayuda con el médico de médicos… mi Dios… el me guio y puso los medios adecuados para estudiar terapias alternativas… así que comencé a investigar, guiado por el espíritu santo… “descubrí” la hidroterapia… la cual fue una bendición para mi… ya que al aplicarla en mi vida confirme su poder estimulante en la circulación sanguínea y además sentí sus efectos desintoxicantes. De todas las sensaciones que experimente la que mas me impresiono fue cuando calmo la sobreexcitación que mantenía en mi sistema nervioso y del corazón. (Todo hipertenso duerme mal, a pesar de las medicinas uno tiene un sueño intranquilo), al realizar mis primeras terapias de frotación sobre todo mi cuerpo, las palpitáderas eventuales que tenia desaparecieron y el sueño cambio de intranquilo a uno profundo y reparador… quede anonadado con el resultado… posterior a ello agregue otras terapias que finalmente me dejaron libre de medicamentos hipertensivos…

Ok, sigamos con el tema, para obtener resultados positivos para la salud, debemos seguir ciertas reglas que optimizan la hidroterapia y el equilibrio térmico del  cuerpo.

1.- El cuerpo debe estar en condiciones de reaccionar con el frío del agua. Debemos verificar antes de aplicar el agua fría que la piel y los pies del paciente estén calientes. Si están fríos no puede hacerse, para superar este impase, lo recomendable es calentarlos haciendo ejercicios físicos, abrigo o fricciones con un trapo seco de lana o seda o frotación con la mano.

2.- El cuerpo debe “emitir” calor después de la aplicación del agua fría. Recordemos que las aplicaciones de agua fría no son para enfriar, sino para despertar la reacción de calor. Si no logramos tal reacción  tendremos una consecuencia nefasta como resfríos o gripe.

3.- Las aplicaciones de agua fría se deben hacer con el estómago desocupado. Cuando iniciamos estos procesos, lo ideal es hacerlo en las mañanas cuando nos levantamos, después de ir a la letrina a defecar y orinar, cuando cambiamos nuestros hábitos alimenticios, podemos aplicar esta técnica  cuando solo se ha  comido fruta, ensalada o semillas.

Llegamos al final…. La próxima semana  continuamos con este tema, hablando de las técnicas… saludos…

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