BLOG NATURAL
Por Daniel Guzmán
“Vivimos intoxicándonos y
morimos envenenados”
Dr. Manuel Lezaeta Acharan.
Ya no se crea el
famoso cuento que le decían en la escuela “los amigos de la Salud” que uno debe
acostumbrar el estómago, es decir ir al baño una vez al día… tener esa actitud
es contraproducente y dañino… Lo ideal es ir dos o tres veces por jornada (24
horas)…
Es una lástima ver cómo vivimos la población
en general, pues cada día estamos pendientes de las horas de comida, ya sea
principales o meriendas y nos despreocupamos de su eliminación intestinal,
sabían ustedes que es más importante desocupar el intestino que ingerir
alimentos, el ser humano puede vivir muchos días sin comer y no puede estar 24
horas sin evacuar su intestino, pues se envenena. Y aunque no se coma nada,
cada día debe evacuarse un litro de bilis. Los cuerpos que no eliminan sus
impurezas se envenenan y fatalmente se muere de ello. Según el Dr. Acharán y
muchos otros Naturistas, opinan que sólo existen tres causas de muerte:
Accidente, Vejez e intoxicación.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYgNHv2OnvP6axNPYyyO-1dNt98dslkewQ80cHNd2xw0bCZ5URmudeI8buhkgct0HQaIoz515Q4b7LA-WlA4kBDB-1f7ZKTZPNRxt-oQRwz2oPatqQBDWCWWl5kDsEBxWf-vx1bBNT9Eg/s320/2.-+Blog+uno+B.jpg)
Quien no muere por
accidente o de vejez sólo puede morir de intoxicación por efecto de
putrefacciones intestinales y deficientes eliminaciones de su piel, riñones,
intestinos y pulmones; o bien como resultado de intoxicaciones medicamentosas.
Aunado a lo anterior debemos agregar nuestro estilo de vida urbano, la alta
proliferación de vehículos, nos obliga a respirar un aire viciado, alimentos
muy industrializados, etc.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUg-5WhU-lkdQ4Gw1BDS43S19eqyvV7ZVs1Ca2wA8lVH5YjZd8l3XRAY8dk3VWY4yoPRChe34h80JWInL4FTDjGnJCvY3ppkoMJPYZZGzUizfdG3_-EeDVg3LMWTFD9mFVvtBgIW41Jc4/s320/3.-+Blog+uno+C.jpg)
exposición a baños de
sol, agua fría y ejercicios físicos al
aire libre, etc.
Sabemos que las funciones eliminadoras, al
igual que las de nutrición, dependen del equilibrio térmico. Las eliminaciones
serán normales con 37 grados centígrados en la superficie del cuerpo, como en
las entrañas. El frío exterior va unido a la calentura interna que limita la
irrigación sanguínea de la piel y congestiona los órganos.
La piel elimina por
simple exhalación y también por el sudor. Pero no se crea que toda
transpiración es igualmente eficaz, porque la que se produce por ejercicio o
abrigo fácilmente enfría la piel, mientras que la que se obtiene mediante la
acción del sol, del vapor o por irritación (usando plantas urticantes como la
Ortiga), por medio de estas acciones atraemos hacia los poros todas las
materias malsanas para su expulsión.
Ahora dentro de todo lo que nos intoxica, las sustancias
más rebeldes para abandonar el cuerpo son las de los alimentos altamente
procesados y los que contienen las bebidas gaseosas, ahí lo ideal es un “lavado sanguíneo”, el cual consiste en
exposiciones al sol y al vapor (en otra entrada hablaremos de los tratamientos más
detalladamente).
Para vivir sano es
necesario mantener activas las eliminaciones naturales del cuerpo, es preciso
desocupar completamente el estómago cada día, al despertar, después del
almuerzo y antes de dormir. El proceso digestivo de alimentos cocinados termina
en 4 o 6 horas, de manera que los residuos deben ser expulsados cada 8 horas.
Una evacuación cada 24 horas es causa de impurificación orgánica por retención
de excrementos, de bilis y otros desechos. La bilis que elabora el hígado es
producto tan nocivo como la orina y en el adulto alcanza a la cantidad de un
litro cada día, el cual debe ser expulsado por el intestino aun cuando se
practique ayuno.
En el caso de
personas que están enfermas ahí es preciso procurar una eliminación enérgica
que le permita expulsar las materias morbosas, siempre presentes en toda
dolencia. Al expulsar los venenos del cuerpo se levanta la energía vital del
organismo para que la naturaleza se ponga en pie generando sus defensas para
salvarlo a uno del desarreglo funcional.
Finalizamos esta entrada con la siguiente reflexión
del Dr. Acharan:
“La muerte natural,
que llega como el término apacible de un día de labores, que el hombre fatigado
y anhelante de reposo aguarda como un descanso necesario, alrededor de los cien
o más años, es desconocida en la actualidad y nada tiene que ver con el término
de una vida rebelde en conflicto constante con la naturaleza. Vivimos al margen
de la Ley Natural y con ello nos preparamos una muerte violenta, prematura,
dolorosa y trágica que, como nube negra, se cierne sobre nuestras cabezas cada
día y constantemente amenaza nuestra tranquilidad. Vivimos intoxicándonos y
morimos envenenados.”
Y como dicen… colorín colorado… esta entrada se ha
terminado… nos vemos la próxima semana... Con las técnicas para recuperar la
salud… Saludos.